Por tanto, me complazco en las debilidades, en las injurias, en las necesidades, en las persecuciones, en las angustias, por amor de Cristo: porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. [Dios ordena que los tiempos de mi debilidad sean las mismas horas en que se revela mi fuerza, y así cada período de muerte se convierte en un tiempo de resurrección-- 2 Corintios 4:10 ]

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento