Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; mas Dios se la concedió a Abraham por medio de la promesa. [Hermanos, deseo usar una ilustración tomada de nuestra vida comercial diaria, a saber: la de nuestro uso con respecto a contratos o acuerdos. Ahora bien, si, una vez confirmado un contrato humano, se vuelve tan sagrado que ningún hombre se atreverá a anularlo o cambiarlo sin el consentimiento de ambas partes, mucho más es un pacto de Dios demasiado sagrado para ser modificado o manipulado.

Pero Dios hizo tal contrato o pacto ratificado o confirmado con Abraham, porque habló promesas a Abraham y a su simiente. De hecho, no significó para Abraham y toda su posteridad, sino para Abraham y su posteridad espiritual (porque usó una palabra que puede interpretarse así), porque no usó el plural "semillas", sino el singular "semilla", por lo tanto refiriéndose especialmente a Cristo como cabeza de la posteridad espiritual.

Ahora, digo, por lo tanto, que este pacto, habiendo sido confirmado antes de que viniera la ley, todavía es válido, y no puede ser anulado por la venida de la ley, porque la ley, como sabéis, no vino hasta cuatrocientos treinta años después de la confirmación del pacto. Ahora, para resumir lo que he dicho, la promesa, siendo dada a la simiente de Abraham, llega a ser para ellos una herencia, y las herencias no vienen de dos partes, sino de una; así, si la herencia hubiera sido derivada de la ley, no podría haber sido derivada también de la promesa; pero se derivó de la promesa, ya que Dios así se lo dio a Abraham.

Nos falta espacio para las dificultades gramaticales y cronológicas de este pasaje. Baste decir, "semilla", siendo un sustantivo colectivo, es capaz de aplicarse a muchos; pero también es, como dice Pablo, capaz de aplicarse a uno, y ninguno de sus oyentes objetaría en absoluto que él lo aplicara únicamente a Cristo. Nuevamente, si el término de cuatrocientos treinta años es inexacto, es el número dado en la Septuaginta, que entonces se usaba universalmente. Y, a efectos argumentativos, era suficientemente correcto como número redondo.]

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