29. En cuanto Felipe entró en el camino que le había indicado el ángel, y vio el carro delante de él, el Espíritu Santo comenzó a obrar para la conversión del tesorero. ¿Y dónde comienza su obra? ¿En el corazón del pecador, por comunicación directa? No. Como el ángel, comienza con el predicador. (29) “ Entonces el Espíritu dijo a Felipe: Acércate, y únete a este carro.

Esta fue una comunicación milagrosa del Espíritu, como la que con frecuencia dirigía las labores de los hombres inspirados. El objeto de ella era el mismo que el de la visita del ángel, para poner cara a cara al predicador y al sujeto de la conversión.

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Antiguo Testamento