Tengo, pues, mi gloria en Cristo Jesús en lo que a Dios se refiere. ["Por tanto" se refiere de nuevo al versículo 15. Tengo, pues, derecho de dirigirme a vosotros confiadamente en lo que a Dios se refiere; porque en tales cosas no soy despreciable, pudiendo gloriarme, no en mí mismo, sino en Cristo Jesús en que soy llamado por él para ser su apóstol. Mi denuedo para gloriarme, por lo tanto, no está en mí mismo, sino en mi apostolado y sus deberes y poderes espirituales resultantes.

Compare 2 Corintios 12:1-13 ; Colosenses 1:25-29 ]

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Antiguo Testamento