porque los hijos aún no habían nacido, ni habían hecho nada bueno [como podría suponerse de Jacob] o malo [como podría suponerse de Esaú], para que el propósito de Dios según la elección [escoger] permaneciera [se manifestara ] y sea total y finalmente confirmado], no por las obras, sino por aquel que llama [no una elección impuesta a Dios por los reclamos irresistibles y meritorios del hombre, en guardar la ley de las obras, humanas y divinas; sino una libre elección de parte de Dios manifestada en su llamamiento a aquellos que convienen a su propósito],

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Antiguo Testamento