Eclesiastés 8:4

"Puesto que la palabra del rey es autoritativa, ¿quién le dirá: '¿Qué haces?'"

Por supuesto, este pasaje no enseña que el rey puede hacer lo que quiera con la aprobación de Dios. Más bien, esta declaración se hace a la luz de los ciudadanos desobedientes y su castigo designado. El rey puede respaldar lo que dice por la fuerza. "El hombre sabio así... no desperdicia su influencia en una causa perdida" (Garrett p. 327). "Muchos pasajes del Antiguo Testamento atestiguan los límites que la lealtad a Dios debe poner a la cortesía y a la sumisión; basta pensar en los profetas francos y, entre los sabios, en el indomable Daniel y sus compañeros. Si tales ejemplos avergüenzan por conformismo, los versículos presentes mantienen el equilibrio enseñando el debido respeto por el gobierno" (Kidner p. 75).