Solo Dios puede cuidar a un animal que vive en la tierra salada (¿alrededor del Mar Muerto?), y evita cualquier tipo de civilización, incluido el intento de domesticación. ¿Quién le dio a este animal tal. anhelo de libertad? ¡Y observe cómo Dios puede cuidar a los animales que no quieren tener nada que ver con el hombre! "La libertad del campo abierto es más emocionante para el burro salvaje que todo el bullicio de la ciudad.

Está tan alejado del hombre que no oye "los gritos del conductor". Deambula por un vasto territorio, incluidas las montañas, para encontrar comida; cualquier cosa verde servirá. Por lo tanto, su supervivencia depende de la provisión de Dios" (Zuck p. 171). Por lo tanto, Dios tiene tanto el poder como la bondad para proveer a un animal que rechaza todos los intentos de intervención humana.

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