Saludos y bendición, vv. 23-25.

El saludo de uno a quien conocían y que había trabajado entre ellos encabeza la lista. Los otros que se mencionan pueden haber sido conocidos por su nombre, si no por su rostro. La bendición se había convertido en ese momento en una forma cristiana fija de oración. Aquí incluye con Filemón su familia y la iglesia.

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Antiguo Testamento