Hechos 24:11 . Porque para que entiendas que todavía hay. Pero hace doce días que subí a Jerusalén para adorar . Los 'doce días' se calculan mejor así:

1er día. Llegada a Jerusalén; encuentro con Santiago, el hermano del Señor, cabeza de la Iglesia cristiana en Jerusalén.

2d Día. Purificación levítica, y primera visita al templo como peregrino nazareo.

3º, 4º, 5º, 6º, 7º Días. El período de las ceremonias y ofrendas nazaritas, se cierra con el ataque a Pablo por parte de los peregrinos asiáticos, y su posterior arresto por parte de Claudio Lisias.

8º Día. El apóstol es procesado ante el Sanedrín.

9º Día. En el castillo de Antonia; el complot de asesinato; Pablo sale de Jerusalén para Cesarea, custodiado por la escolta militar.

10º Día. El grupo llega a Antipatris.

11º Día. El prisionero es entregado a Félix en Cesarea.

12 Día. en Cesarea; en el tribunal de Herodes.

13 Día. Pablo comparece ante la corte de Félix.

Este cómputo permitiría la declaración de Hechos 24:1 : 'Después de cinco días, el sumo sacerdote Ananías descendió con los ancianos;' y también por el de Pablo: 'Hace doce días que subí a Jerusalén para adorar'. Se ha gastado mucho tiempo, incluso podríamos decir perdido, en el cómputo de estos días, y en cómo debían contarse para justificar las diversas notas sobre el tiempo esparcidas a lo largo y ancho de la narración.

Estos cálculos, debe recordarse, son siempre aproximados ahora se cuenta parte de un día, ahora se omite. Nada depende realmente de la armonía exacta de tal recital. Al igual que las otras supuestas discrepancias cronológicas y geográficas pequeñas en estos Actos, es solo el espíritu caviloso y hostil que busca encontrar errores donde realmente no los hay, lo que encuentra dificultades en este registro noble y fiel de las historias que sentaron las bases del cristianismo.

Pablo inicia su defensa declarando su objetivo al subir a Jerusalén: era para adorar, y sin embargo fue acusado de blasfemia; pero de esta parte de la acusación se proponía tratar más adelante. Toca al principio el punto que más probablemente afectaría a un juez romano, la acusación de incitar a la sedición.

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