2 Reyes 2:23-24
23 Después fue de allí a Betel; y cuando subía por el camino, salieron unos muchachos pequeños de la ciudad y se burlaban de él diciéndole: — ¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo!
24 Volviéndose hacia atrás, los vio y los maldijo en el nombre del SEÑOR. Entonces salieron dos osos del bosque y despedazaron a cuarenta y dos de aquellos niños.
¿Cómo podría un hombre de Dios maldecir a estos 42 jóvenes para que fueran mutilados por osas?
PROBLEMA: Mientras Eliseo subía a Betel, fue confrontado por unos jóvenes que se burlaban de él diciendo: “¡Sube, calvo!” Cuando Eliseo escuchó esto, se volvió y pronunció una maldición sobre ellos, y dos osas salieron del bosque y mutilaron a 42 de los jóvenes. ¿Cómo podría un hombre de Dios maldecir a estos jóvenes por una ofensa tan leve?
SOLUCIÓN: En primer lugar, esta no era una ofensa menor, porque estos jóvenes despreciaban al profeta de Dios. Dado que el profeta era el portavoz de Dios para Su pueblo, Dios mismo estaba siendo insultado de la manera más perversa en la persona de Su profeta.