2 Tesalonicenses 2

¿Cómo puede Dios enviar una mentira para que la gente crea y, sin embargo, no permita mentirosos en el cielo?

PROBLEMA: Pablo escribió: “Y por esto Dios les enviará un poder engañoso, para que crean la mentira” ( 2 Tesalonicenses 2:11 ). Pero Apocalipsis 21:8 dice: “los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”. Pero parece inconsistente que Dios condene a los mentirosos y, sin embargo, envíe un engaño tan fuerte que la gente crea una mentira.

SOLUCIÓN: Dios no envía una mentira sino que simplemente confirma a los que no quieren creer en la verdad. Dios no es responsable (es decir, culpable) de los que van al infierno. Porque es por su rechazo del Evangelio que eventualmente terminan allí, no por la negligencia de Dios. El contexto de este pasaje revela que el hombre ya ha rechazado el Evangelio de Cristo. Pablo dice que cuando venga el Anticristo, vendrá con señales y prodigios mentirosos con todo engaño de iniquidad ( 2 Tesalonicenses 2:8-10 ).

Estas cosas suceden para “los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos” (v. 10). Cuando Dios envía la influencia engañosa, Pablo dice que lo hace para “que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia” (v. 12). Han optado por rechazar a Dios en lugar de aceptar Su provisión de salvación. Dios no está enviando la mentira para engañar a la gente, sino que envía engaños para revelar la depravación humana en la que eligen el mal sobre el bien.