Deuteronomio 18:10-18
10 No sea hallado en ti quien haga pasar por fuego a su hijo o a su hija ni quien sea mago ni exorcista ni adivino ni hechicero
11 ni encantador, ni quien pregunte a los espíritus, ni espiritista, ni quien consulte a los muertos.
12 Porque cualquiera que hace estas cosas es una abominación al SEÑOR. Y por estas abominaciones el SEÑOR tu Dios los echa de delante de ti.
13 “Serás íntegro para con el SEÑOR tu Dios.
14 Estas naciones que vas a desalojar escuchan a quienes conjuran a los espíritus y a los encantadores, pero a ti no te lo ha permitido el SEÑOR tu Dios.
15 “El SEÑOR tu Dios te levantará un profeta como yo de en medio de ti, de entre tus hermanos. A él escucharán.
16 Conforme a todo lo que pediste al SEÑOR tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: ‘No vuelva yo a oír la voz del SEÑOR mi Dios, ni vuelva yo a ver este gran fuego; no sea que yo muera’,
17 el SEÑOR me dijo: ‘Está bien lo que han dicho.
18 Les levantaré un profeta como tú, de entre sus hermanos. Yo pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mande.
¿Cómo se puede justificar la orden de la matanza al por mayor de vidas inocentes? (Ver comentarios sobre Josué 6:21 ) Deuteronomio 20:16-18 ¿Había que perdonar o matar a los cautivos?
PROBLEMA: En Deuteronomio 20:11 ; Deuteronomio 20:15 , Moisés ordenó a los israelitas que perdonaran la vida a sus cautivos y los hicieran siervos. Pero solo unos pocos versículos después les instruye a “nada que respire quede con vida” (v. 16).
SOLUCIÓN: La regla general era hacer cautivos a las personas conquistadas. Sólo en el caso específico de las “siete naciones” de Canaán se las iba a exterminar (ver comentarios a Josué 6:21 ). Esto se debió a sus “abominaciones” que eran tan abominables para Dios que la tierra “vomita a sus habitantes” ( Levítico 18:25 ).