Juan 1:18

¿Por qué Juan dice que nadie ha visto a Dios cuando otros versículos declaran que veremos a Dios?

PROBLEMA: Por un lado la Biblia afirma que nadie puede ver a Dios, pero por otro lado dice “Bienaventurados los de limpio corazón porque ellos verán a Dios” ( Mateo 5:8 ) y Sus siervos “verán Su rostro” ( Apocalipsis 22:4 ) y “le veremos tal como es” ( 1 Juan 3:2 ).

SOLUCIÓN: Los versículos que enseñan que ningún hombre puede ver a Dios se refieren a ningún hombre mortal en esta vida. Incluso a Moisés se le negó este honor ( Éxodo 33:23 ). El hombre mortal no es apto para esa exposición. Sin embargo, lo que el hombre mortal no puede ver en esta vida, el hombre inmortal lo verá en la otra vida ( 1 Corintios 13:12 ; Apocalipsis 22:4 ).

Esto se conoce como la visión beatífica (bendita) y será el clímax espiritual del creyente para ver a Dios cara a cara, para conocerlo directamente en Su esencia y no meramente indirectamente como se refleja a través de las cosas creadas ( Romanos 1:18-20 ).

JUAN 1:18 — ¿Era Jesús solo el Hijo de Dios?

PROBLEMA: Jesús es llamado “el Hijo unigénito” en este versículo. Sin embargo, solo unos pocos versículos antes, Juan nos informa que por la fe podemos “llegar a ser hijos de Dios” (1:12). Entonces, si somos hijos de Dios, ¿cómo puede ser Jesús el único Hijo de Dios?

SOLUCIÓN: Hay una diferencia gigantesca entre los sentidos en los que Jesús es el "Hijo de Dios" y nosotros somos "hijos de Dios". Primero, Él es el Hijo único de Dios; Solo soy un hijo de Dios. Él es el Hijo de Dios con “S” mayúscula; los seres humanos pueden llegar a ser hijos de Dios solo con una “s” minúscula. Jesús era el Hijo de Dios por derecho eterno de herencia ( Colosenses 1:15 ); solo somos hijos de Dios por adopción ( Romanos 8:15 ).

Él es el Hijo de Dios porque Él es Dios por Su misma naturaleza ( Juan 1:1 ), mientras que nosotros solo somos hechos a la imagen de Dios ( Génesis 1:27 ) y rehechos “a la imagen de Él” por la redención ( Colosenses 3:10 ).

Jesús es de Dios por su misma naturaleza; solo somos de Dios. Él es de naturaleza divina, pero nosotros solo participamos de él por la salvación ( 2 Pedro 1:4 ). Y podemos participar solo en los atributos morales de Dios (como la santidad y el amor), no en sus atributos no morales (como la infinidad y la eternidad). Para resumir las diferencias: