No pienses ; no dependáis de la piedad de vuestros antepasados, sino sed piadosos vosotros mismos. La piedad no es hereditaria, y nadie puede depender con seguridad de la bondad de los demás; pero para salvarse, cada uno debe volverse piadoso.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento