Las vasijas del santuario

Los capítulos 25-31 se abordan con prescripciones sobre la construcción de un tabernáculo, es decir, una tienda, para formar la morada visible de Jehová en medio de su pueblo, el lugar donde Él los encontraría y recibiría su adoración. Toda la estructura constaba de tres partes. Había un atrio exterior, de cien codos por cincuenta, abierto al cielo, cuyos lados estaban compuestos por cortinas apoyadas en pilares. La entrada estaba en el extremo este; adentro, frente a la puerta, estaba el altar del holocausto, y detrás de él, la fuente de bronce. Dentro de este atrio y hacia el extremo occidental había un tabernáculo cubierto, dividido por una cortina colgante en dos cámaras. El exterior de éstos, llamado el Lugar Santo, contenía la Mesa de los Panes de la Proposición, el Candelabro y el Altar del Incienso. La cámara interior, el Lugar Santísimo o Lugar Santísimo, contenía el Arca de la Alianza que sostenía el propiciatorio y los dos querubines dorados. Las tres partes, de las que se componía toda la estructura, tenían grados crecientes de santidad. Al atrio exterior entraban los adoradores cuando traían sus ofrendas. Al Lugar Santo fueron los sacerdotes a realizar sus oficios sagrados; mientras que en el Lugar Santísimo, que era la Cámara de la Presencia inmediata de Jehová, iba solo el sumo sacerdote, y eso sólo una vez al año en el gran día de la Expiación con ceremonias especiales. Se ha cuestionado si los israelitas podrían haber erigido un tabernáculo de este diseño algo elaborado y mano de obra costosa en sus circunstancias actuales. Sin embargo, esta dificultad ha sido exagerada. En Egipto, los israelitas estaban familiarizados con las artes y las manufacturas,Éxodo 11:2 ; Éxodo 12:35). Se ha discernido otra dificultad en el hecho de que no hay referencias a una estructura tan elaborada en los libros históricos anteriores a la época de Salomón. En consecuencia, algunos estudiosos sostienen que muchos de los detalles aquí descritos son de naturaleza ideal, la prescripción de lo que debería ser más que de lo que realmente se llevó a cabo, `` el intento de una mente devota e imaginativa de dar una encarnación concreta a algunos de los las verdades espirituales más elevadas y puras que se encuentran en toda la gama de las Escrituras '. Esta dificultad, como la otra, es de tipo negativo y debemos tener cuidado de no sobrestimarla. En cualquier caso, el simbolismo que subyace a la construcción del tabernáculo con su mobiliario y ritual es inconfundible. El costo de los materiales enseña la lección de que Dios debe ser servido con lo mejor que el hombre pueda dar. La armonía y las proporciones exactas de sus partes son un reflejo de la armonía y perfección del divino natine. Los crecientes grados de santidad que caracterizan al Atrio, el Lugar Santo y el Lugar Santísimo, enfatizan la reverencia debida por el hombre a Aquel cuya morada está en el lugar alto y santo, y que sin embargo condesciende en Su gracia al tabernáculo con el hombre y aceptar su adoración imperfecta1-9. Obsequios de materiales para el tabernáculo. 2. 'Dios ama al dador alegre' (2 2 Corintios 9:7 ).

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