2 Reyes 18:7

El Señor estaba con él y prosperó , etc. Se adhirió a Dios y su servicio, y por lo tanto Dios estaba con él; y, teniendo la presencia especial de Dios con él, tuvo un éxito maravilloso en todas sus empresas, en sus guerras, en sus edificios y especialmente en su reforma; cuyo buen trabajo se llevó a cabo con menos dificultad de lo que hubiera esperado. Por tanto, tenemos en él un ejemplo instructivo y alentador, que nos enseña que los que hacen la obra de Dios con miras a su gloria y con confianza en su fuerza, pueden esperar prosperar en ella: porque grande es la verdad y prevalecerá. Y se rebeló contra el rey de AsiriaEs decir, se quitó ese yugo de sujeción al que su padre se había sometido vilmente, y volvió a asumir esa soberanía plena e independiente que Dios había establecido en la casa de David. Esto, aunque aquí se llama rebelarse contra él, en realidad no era más que afirmar los justos derechos de su corona. Porque su caso difería mucho del de Sedequías, a quien se culpa de rebelión contra el rey de Babilonia. Sedequías se había comprometido mediante un solemne juramento y pacto, que no leemos que haya hecho Acaz, y mucho menos Ezequías. Sedequías había roto el pacto que él mismo había hecho; y Dios en realidad le había dado el dominio de la tierra y el pueblo al rey de Babilonia, y ordenó tanto a Sedequías como a sus súbditos que se sometieran a él. Pero Dios no le había dado tal dominio al rey de Asiria, ni le había ordenado ni a Ezequías ni a su pueblo que se le sometieran. Y en cuanto a la palabra rebeldeusado aquí, no significa más que apartarse de esa sujeción que se había realizado a otro, lo que a veces puede hacerse con justicia, y ciertamente podría hacerlo en este caso. De hecho, parece evidente que Ezequías no pecó al rebelarse contra el rey de Asiria, porque Dios lo reconoció y lo ayudó en ello, y no lo reprendió en absoluto por ello en el mensaje que le envió por Isaías, ni después, aunque lo reprendió particularmente por su vanagloria y ostentación, 2 Crónicas 32:25 .