2 Samuel 13:28-29

Cuando el corazón de Amnón esté alegre Cuando menos sospeche y sea más incapaz de prevenir el mal. ¿No te lo he mandado yo? Yo, que soy el hijo del rey y, cuando Amnón muera, el próximo heredero de la corona y, por lo tanto, puedo fácilmente interponerme entre ustedes y el peligro de que sean llamados a rendir cuentas por lo que hacen, o que pueda obtener el perdón para ustedes y no solo eso, sino que tengo el poder de recompensarte. Los sirvientes hicieron lo que Absalón les había mandadoY Amnón cayó. Así Absalón se vengó de un solo golpe del violador de su hermana y se deshizo de su rival en favor de su padre, y único obstáculo, como él comprendió, para su corona. Ahora la espada amenazada está desenvainada en la casa de David, la cual no se apartará de ella. Su hijo mayor cae por ello, debido a su propia maldad, y su padre, al confabularse con esa maldad, es cómplice de su muerte. Entonces todos los hijos del rey se levantaron y huyeron aterrorizados por lo que vieron, se levantaron de la mesa, agarraron a cada uno su mula y huyeron a casa lo más rápido que pudieron. Pero rápidamente mientras huían, la fama llegó al palacio antes que ellos, y le dijo a David que Absalón había destruido a todos sus hijos.