Eclesiastés 1:7

El mar no está lleno para desbordar la tierra, lo que podría esperarse de tan vastas extensiones de aguas. Por lo que también insinúa el vacío de la mente de los hombres, a pesar de la abundancia de comodidades. Al lugar de donde los ríos desembocan en sus manantiales o fuentes; allá regresanPor pasajes secretos de la tierra: o sus aguas, después de desembocar en el mar y mezclarse con sus aguas, son exhaladas por el calor del sol, se convierten en vapores y nubes, descienden en lluvias sobre las colinas y montañas, y alimentan a los manantiales de los que fluyen de nuevo, en arroyos y ríos, hacia los lagos, mares y océanos. Parece hablar del movimiento visible y constante de las aguas, tanto hacia el mar como desde él, y luego nuevamente hacia él en perpetua reciprocidad.