No oprimirás al extranjero, aunque los extranjeros no hereden tierras entre ellos; sin embargo, deben hacerles justicia. Es un ejemplo de la equidad de nuestra ley, que si un extranjero es juzgado por cualquier delito, excepto traición a la patria, la mitad de su jurado, si lo desea, serán extranjeros; una disposición amable para que los extraños no sean oprimidos. Porque conoces el corazón de un extraño. Es decir, conoces por experiencia la condición de angustia y falta de amigos que es la de un extraño. La disposición, el abatimiento y la angustia de su corazón, lo convierten en objeto de lástima, no de malicia o injusticia. Sabes que su corazón se deprime con facilidad y es muy incapaz de soportar los rechazos. Hay una gran belleza en la expresión.

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