Pero en cuanto a ellos , sean quienes sean, y habrá algunos en los mejores tiempos, que se negarán a reconocer a Dios como su Dios, y verdaderamente amarlo y obedecerlo. Cuyo corazón anda en pos de sus abominaciones, cuyo juicio y elección, o cuya voluntad y afecto, van tras sus ídolos e iniquidades, sus concupiscencias y vicios. Yo recompensaré su camino sobre su propia cabeza. Su estado será tan diferente como su práctica, del pueblo de Dios: los trataré según sus caminos.

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