Sara debería haber dado de mamar a los niños. Ella dice que los niños , esperando, al parecer, que habiendo recibido de Dios nuevas fuerzas, tendría más de un hijo. Aquí a todas las madres se les enseña su deber, que es dar de mamar a sus hijos si pueden. No hacer esto es un pecado contra el Dios de la naturaleza, que ningún rango en la vida, ni fortuna ni negocio, puede o excusará.

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