Y será dicho en ese día por el pueblo de Dios, en el camino del triunfo y respuesta a sus enemigos; He aquí nuestro Dios. Tus dioses son ídolos insensatos e impotentes; pero nuestro Dios es omnipotente y ha realizado estas grandes y gloriosas obras que llenan de admiración al mundo. Bien podemos jactarnos de él, porque no hay dios como él. Hemos esperado que se manifieste en carne; hemos esperado la venida de nuestro Mesías, o Salvador, prometido desde hace mucho tiempo, y hemos esperado mucho tiempo; y ahora por fin ha venido al mundo, trayendo la salvación con él.

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