He aquí, derriba casas, castillos, ciudades; y no se puede volver a construir. No está en el poder de ninguna criatura reparar lo que se propone destruir por completo. Encerra al hombre en la cárcel, o en apuros y angustias; y no puede haber apertura sin su permiso y providencia. Sí, se encierra en la tumba y nadie puede romper esas puertas selladas. Se encierra en el infierno, en las cadenas de las tinieblas, y nadie puede pasar ese gran abismo.

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