Los cinco hombres entraron en la casa y en la parte de ella donde estaban las cosas. El sacerdote se paró a la puerta adonde lo habían sacado, para que sin ruido ni estorbo pudieran llevarse las cosas. Y estos entraron en la casa de Miqueas. A saber, los cinco hombres, a quienes cuando estaban sacando la imagen, etc., el sacerdote dijo: ¿Qué hacéis? Y ellos dijeron: Pon tu mano sobre tu boca. Es decir, calla. Un sacerdote para una tribu y una familia Una tribu o una familia.

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