Bueno le es al hombre llevar el yugo en su juventudQue esté acostumbrado a soportar a tiempo esas restricciones útiles que pueden darle un sentido correcto del deber que le debe a Dios, y la obediencia que debe pagar a sus leyes. Porque la expresión del profeta es muy aplicable al yugo de los mandamientos de Dios; es bueno para nosotros llevar ese yugo sobre nosotros en nuestra juventud; no podemos empezar demasiado pronto a ser religiosos; hará que nuestro deber sea más aceptable para Dios y más fácil para nosotros, si lo cumplimos cuando somos jóvenes. Aquí, sin embargo, el profeta parece hablar principalmente del yugo de aflicción; muchos han encontrado bueno llevar este yugo en su juventud; ha hecho a los humildes, serios y espirituales, que de otro modo habrían sido orgullosos, rebeldes y como un becerro desacostumbrado al yugo. Si se le pregunta, ¿Cuándo llevamos este yugo para que sea realmente bueno para nosotros llevarlo? tenemos la respuesta en los siguientes versículos: 1º, Cuando estamos tranquilos y tranquilos bajo nuestras aflicciones; cuando nosotrossiéntate solo y guarda silencio; retírense a la intimidad para que podamos conversar con Dios y tener comunión con nuestro propio corazón, silenciando todos los pensamientos descontentos y desconfiados, y poniendo nuestra mano sobre nuestra boca, como Aarón, quien, bajo una severa prueba, se mantuvo en paz. Cuando los afligidos en su juventud se acomoden a sus aflicciones y estudien para responder al fin de Dios al afligirlos, entonces hallarán bueno para ellos soportarlo; porque da el fruto apacible de la justicia a los que por ella se ejercitan. 2d, Cuando somos humildes y pacientes bajo la aflicción; Él se beneficia por el yugo, que no solo pone su mano sobre su boca en señal de sumisión a la voluntad de Dios en la aflicción, sino que pone su boca en el polvo.en señal de dolor, vergüenza y autodesprecio por el recuerdo del pecado, y como alguien perfectamente reducido y reclamado, y traído, por así decirlo, a lamer el polvo, Salmo 72:9 .

Y así debemos humillarnos, si es así, puede haber esperanza. Si hay alguna manera de adquirir y asegurar una buena esperanza bajo nuestras aflicciones, como, bendito sea Dios, la hay, es así, y mientras la buscamos debemos reconocernos completamente indignos de Lam 2: 3 d, somos mansos y gentiles para con aquellos que son los instrumentos de nuestra angustia, y manifestamos un espíritu perdonador. Se recupera del yugo que le da la mejilla al que lo golpea , y más bien pone la otra mejilla que devuelve el segundo golpe. El que puede soportar el desprecio y el reproche, y no convertir barandilla por barandillay amargura por amargura; que cuando está lleno de oprobio, se lo guarda para sí mismo, y no lo replica sobre los que lo llenaron de él, sino que lo derrama ante el Señor, Salmo 123:4 ; le resultará bueno llevar el yugo, y será beneficioso para su espiritualidad. La suma es que, si la tribulación obró la paciencia , esa paciencia obrará la experiencia , y esa experiencia una esperanza que no avergüenza.

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