No bebas vino ni bebidas alcohólicas. Ciertamente no es improbable que el pecado de Nadab y Abiú se deba a esto. Pero si no, sin embargo, la embriaguez es un pecado tan odioso en sí mismo, especialmente en un ministro, y sobre todo en el momento de su administración de las cosas sagradas, que Dios consideró oportuno prevenir todas las ocasiones en que se cometió. Y por eso el diablo, que es el mono de Dios, requirió esta abstinencia de sus sacerdotes en su servicio idólatra. Por bebida fuerteEn este caso, se entienden los licores inflamatorios y embriagantes que se hacían a imitación de vino, como dátiles, higos, miel, con muchos otros tipos de licores, en particular el vino de palma, que se usaba mucho en esos países y se consideraba el más intoxicante de cualquiera. La intención de esta ley era estar siempre en vigor: por eso se requiere de los ministros del evangelio que sean sobrios, no dados al vino.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad