Un sábadoSolemnizados con el toque de trompetas por parte de los sacerdotes, no de manera común, como lo hacían todos los primeros días de cada mes, sino de manera extraordinaria, no solo en Jerusalén, sino en todas las ciudades de Israel. Comenzaron a soplar al amanecer y continuaron soplando hasta el atardecer. Esto parece haber sido instituido, 1º, Para solemnizar el comienzo del nuevo año, del cual, en cuanto a asuntos civiles, y particularmente en cuanto al jubileo, este era el primer día; En cuanto a lo que convenía, se debía amonestar al pueblo, tanto para excitar su agradecimiento por las bendiciones de Dios en el último año, como para dirigirlo en la administración de sus asuntos civiles. 2d, Para dar un honor especial a este mes. Porque, como el séptimo día era sábado y el séptimo año era año sabático, así Dios quería que el séptimo mes fuera una especie de mes sabático, debido a los muchos sábados y fiestas solemnes que se observaban en este, más que en cualquier otro mes. Y con este sonido de trompetas en su comienzo, Dios los vivificaría y prepararía para los siguientes sábados, así como el de expiación y humillación por sus pecados, como los de acción de gracias por las misericordias de Dios.

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