Nosotros, nuestros hijos y nuestras hijas, somos muchos, lo cual es en sí mismo una bendición, pero para nosotros se ha convertido en una maldición. Las familias más necesitadas eran las más numerosas. Aquellos que tienen familias grandes y poca riqueza deben aprender a vivir por fe en la providencia y las promesas de Dios; y aquellos que tienen familias pequeñas y gran riqueza deben hacer de su abundancia un suministro para las necesidades de los demás. Recogemos maíz para ellos, para que comamos y vivamos. Es decir, nos vemos obligados por nuestras necesidades y las de ellos a tomar maíz en términos irrazonables. O el sentido de las palabras puede ser: ¿Dónde o cómo conseguiremos maíz para comer y vivir?

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