En el campamento No ir al tabernáculo, como lo hicieron los demás, ya sea sin tener un aviso oportuno para reparar allí, o estar detenido en el campamento por enfermedad, o en alguna ocasión urgente, no sin la providencia especial de Dios, para que el milagro se produzca. más evidente. Eran de los que fueron escritos en un libro o papel por Moisés, quien, por dirección de Dios, nombró a las personas más aptas.

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