El corazón del rey Sus propósitos e inclinaciones íntimas, que parecen estar más en el poder del hombre y fuera del alcance de todos los demás seres; y mucho más su lengua y mano, y todas sus acciones externas; están en la mano del Señor Sujeto a la influencia, control y gobierno del gran Señor de todos. Como los ríos de agua que los labradores o los jardineros pueden llevar por pequeños canales a los terrenos adyacentes, como les plazca. Nombra reyes , no para excluir a otros hombres, sino porque son más arbitrarios e incontrolables que otros.

En hebreo lo vuelve , ישׂנו, lo inclina o lo dobla; donde quiera para que cumplan sus consejos y designios, ya sea de misericordia, o de corrección para ellos mismos o para su pueblo. Dios hace esto en parte sugiriendo a sus mentes aquellas consideraciones que tienen una influencia dominante sobre sus voluntades y afectos, y en parte mediante una operación poderosa, aunque insensible, en sus mentes y corazones.

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