Bendito sea el Señor por siempre. Que tus enemigos te reprochen, y tus promesas acerca del envío del Mesías y la liberación de tu pueblo; Te bendeciré y te alabaré de todo corazón por ellos, y te alabaré, y me animo con ellos, sin dudar, pero tú quitarás todos nuestros reproches, y a tu debido tiempo enviarás a Aquel que es el consuelo y la espera de Israel, y el deseo de todas las naciones. Por lo tanto, “cualquiera que sea nuestra angustia en cualquier momento, ya sea como comunidad o como individuos, aún debemos creer, aún tener esperanza, aún bendecir y alabar a Jehová, cuya palabra es verdadera, cuyas obras son fieles, cuyas los castigos son misericordias, y todas cuyas promesas son, en Cristo Jesús, sí y amén, por los siglos de los siglos ”. Horne.

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