Yo soy Dios

Es importante distinguir entre la voluntad directiva y permisiva de Dios. En el primer sentido, el lugar para la familia del pacto era Canaán (Génesis 26:1); (Génesis 46:3) es un ejemplo conmovedor de la voluntad permisiva de Dios. La familia de Jacob, rota y en parte ya en Egipto, la ternura de Jehová no prohibiría que el anciano patriarca la siguiera. Dios tomará a su pueblo y, en la medida de lo posible, los bendecirá, incluso cuando estén fuera de lo mejor. En la elección de Israel de un rey (1 Samuel 8:7) en el regreso de Kadesh (Deuteronomio 1:19) en el envío de los espias; en el caso de Balaam, se ven ilustraciones de este principio. No hace falta decir que la voluntad permisiva de Dios nunca se extiende a cosas moralmente incorrectas. La mayor bendición jamás se encuentra en la obediencia a su voluntad directiva.

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