Escribas

(Griego, "grammateis", significa "escritor"). En hebreo, "spherim", significa "escribir", "poner en orden", "contar". Los escribas se llamaban así porque era su oficio hacer copias de las Escrituras; clasificar y enseñar los preceptos de la ley oral

( Ver Scofield) - (Mateo 3:7)

y llevar una cuenta cuidadosa de cada letra en los escritos del Antiguo Testamento. Tal oficio era necesario en una religión de ley y precepto, y era una función del Antiguo Testamento (2 Samuel 8:17); (2 Samuel 20:25); (1 Reyes 4:3); (Jeremias 8:8); (Jeremias 36:10); (Jeremias 36:12); (Jeremias 36:26). A este trabajo legítimo, los escribas agregaron un registro de decisiones rabínicas sobre cuestiones de ritual (Halajot); el nuevo código resultante de esas decisiones (Mishna); las leyendas sagradas hebreas (Guemará, formando con la Mishna el Talmud); comentarios sobre el Antiguo Testamento (Midrashim); razonamientos sobre estos (Hagada); y finalmente, interpretaciones místicas que encuentran en las Escrituras significados distintos a los gramaticales, léxicos y obvios (la Cábala); no muy diferente del método alegórico de Orígenes, o de la interpretación "espiritualizante" protestante moderna. En la época de nuestro Señor, recibir esta masa de escritos superpuestos a las Escrituras era ser ortodoxo; volver a las Escrituras mismas era heterodoxia, la ofensa más grave de nuestro Señor.

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