No os engañéis el uno al otro . No os quedéis en este asunto, a menos que sea por mutuo consentimiento durante un breve período de tiempo, para que podáis atender por completo a los actos de devoción, cuando ayunéis en alguna ocasión solemne: y cuando este se acabó el tiempo de la devoción solemne, regresa a tu antigua libertad y sociedad conyugal; no sea que el diablo, aprovechándose, te tiente a violar el matrimonio.

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