Haz de tu casa como la casa de Jeroboam, hijo de Nabat. Esta amenaza fue verificada exactamente; porque como Nadab, hijo de Jeroboam, reinó dos años, así no reinó Ela, hijo de Baasa; y como Nadab murió a espada, así fue Ela. ¡Así de notable fue la semejanza entre Jeroboam y Baasa en sus vidas y en sus muertes, en sus hijos y en sus familias! Ver al obispo Patrick.

REFLEXIONES.— No espere Baasa la paz en su pecado, ni la esperanza de asegurar para su posteridad ese reino del cual su idolatría lo hizo tan indigno.

1. Dios envía un profeta para reprenderlo y amenazarlo. Dios lo había exaltado grandemente; porque, aunque su ambición trazó la conspiración, fue la providencia dominante de Dios la que le dio éxito. Había sido levantado para reinar sobre el pueblo de Dios, que todavía no había sido abandonado por completo por él; pero, en lugar de ser advertido por los juicios sobre sus predecesores, había hecho suyas sus imágenes al adherirse a ellas; Como ellos, había llevado al pueblo a la idolatría y había sido acusado de la sangre de la casa de Jeroboam, cuya destrucción, aunque solo por respeto a Dios, no lo exculpaba de la traición y el asesinato. Por lo tanto, los juicios de los que había sido verdugo, deberían volver a su propia casa por los mismos pecados. Nota;(1.) Dios advierte antes de atacar. (2.) Aquellos que endurecen su corazón, traen su sangre sobre su propia cabeza.

2. Se ejecuta la sentencia pronunciada; pero no durante el reinado de Baasa: como Jeroboam, aunque en guerras continuas y sin éxito también, sin embargo, llegó a la tumba por muerte natural: pero la iniquidad está guardada para sus hijos. Su hijo Ela apenas estaba sentado en su trono, cuando uno de sus propios oficiales, como había hecho Baasa, formó una conspiración; y mientras el rey estaba borracho, de juerga en la casa de Arza, su mayordomo, Zimri lo mató; y, para allanar el camino hacia el trono, cortó no solo a toda su familia, sino también a sus amigos, que podrían intentar vengar su asesinato. Así se cumplió la profecía de Jehú. Nota;(1.) Un borracho se expone al golpe de la muerte por mil accidentes; ¡Y qué terrible debe ser ser apresurado ebrio al tribunal de Dios! (2.) La palabra de Dios nunca cae al suelo; sus amenazas no son pesadillas.

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