Comentario de Coke sobre la Santa Biblia
Éxodo 19:23
El pueblo no podrá subir al monte Sinaí- Para ser coherente con las otras partes de este capítulo, especialmente Éxodo 19:13 estas palabras deben significar, que las personas, sin embargo avanzada a la montura, no podían ascender a ella; como restringido por los límites que Dios mismo había ordenado estrictamente, y esa consagraciónde los límites circundantes que les hacía ilícito pisarlos. Sin embargo, el Señor, conociendo la perversidad del pueblo, despidió a Moisés con repetidos mandatos y con órdenes de traer a Aarón con él; el resto, mientras tanto, manteniendo su distancia señalada. Esta es la interpretación general, y tal vez se piense que es muy justa; sin embargo, no voy a fingir que no me satisface perfectamente. Se ordena estrictamente, Éxodo 19:12 que la gente no suba al monte, ni siquiera toque el borde del mismo: la pena por hacerlo era la muerte. Cuando Moisés sacó al pueblo del campamento, se dice que solo se pararonen la parte inferior, Éxodo 19:17 al pie de la montaña; sin embargo, en Éxodo 19:13 se dice, que deberán llegar hasta el montaje, y, en este verso, que no pueden subir al monte Sinaí; la misma palabra hebrea se usa en ambos lugares para ascender. La solución de la dificultad, por tanto, debe residir en las preposiciones empleadas; y las encontraremos, creo, adecuadas a esta solución: se dice, en Éxodo 19:13 aparecerán, b-er: ahora la preposición beth significa no sólo a, sino cerca,como muestra Noldius en general; y, por tanto, aquí pueden ser llevados cerca del monte: cuando la trompeta suene largamente, subirán [o avanzarán del campamento, es decir] cerca del monte: pero en Éxodo 19:23 no se usa la preposición beth, sino al. : la gente no puede ascender, ni avanzar, al-er, dentro o sobre la montaña. Señor.
Chais lo traduce, de acuerdo con nuestra observación, ils monteront vers la montagne: ascenderán hacia la montaña. A lo que hemos dicho, con respecto al Sinaí y al Horeb en otros lugares, solo agregaremos, desde Calmet, que aunque estas montañas son usadas promiscuamente por el historiador sagrado en razón de su contigüidad; sin embargo, es cierto que son dos lugares diferentes. El Sinaí (al que los árabes en la actualidad llaman. Tor, o la montaña, a modo de eminencia; o de otra manera gibel Mousa, la montaña de Moisés) se encuentra en una especie de península, formada por dos brazos del mar Rojo, uno de la cual se extiende hacia el norte, y se llamael golfo de Kolsom: el otro hacia el este, y se llama el golfo de Elan, o el mar de Elanitish. El Sinaí es al menos un tercio más alto que Horeb, y de un acceso mucho más difícil: su cima termina en un espacio irregular y accidentado, capaz de albergar unas sesenta personas. Aquí se construye la pequeña capilla de Santa Catalina, cuya iglesia está debajo al pie de la montaña. Horeb está al oeste del Sinaí; de modo que, al salir el sol, la sombra del Sinaí cubre por completo Horeb.
REFLEXIONES.— El tercero, aparece el día memorable, precedido por truenos y relámpagos, y toques de trompeta poderosa, como los que pronto deben despertar a los muertos. La gente se extrae; y ahora el Señor desciende, acompañado de sus ángeles poderosos; una nube de fuego su carro, y el Sinaí tiembla ante su presencia, mientras que las explosiones más fuertes y terribles proclaman la Deidad presente. Incluso Moisés tiembla de miedo. Dios le habla, lo anima a acercarse. Moisés se acerca y es enviado de regreso para repetir al pueblo los mandatos solemnes anteriores, de no abrirse paso ni mirar con vana curiosidad.
Dios conoce su obstinación; y Moisés debe descender para prevenirlos, no sea que perezcan por su presunción. Nota; 1. Donde Dios ha envuelto sus secretos con un velo sagrado, nuestra más alta Sabiduría es ser felizmente ignorantes. 2. Los límites que Dios ha fijado, son para nuestro bien: nuestra locura o perversidad, si se desenfrena, nos destruiría. 3. Siempre que nos acerquemos al Señor en sus ordenanzas, recordemos su gloria, para que podamos aparecer ante él como conviene a nosotros, con reverencia y temor piadoso.