Colocado en una olla— La olla significa Jerusalén, la carne y los pedazos los ciudadanos, y el fuego y el agua las calamidades que iban a sufrir. Cuando el tema requería el secreto, el disculpa se transformó gradualmente por alusiones débiles y descabelladas en una parábola, con el propósito establecido de arrojar oscuridad sobre la información. Encontramos innumerables ejemplos de este modo de hablar en las Escrituras, y este de la olla fue uno. De esta manera se empleó la parábola tanto entre los orientales como entre los griegos; y así lo entendieron los judíos, como aparece en la queja de este profeta, cap. Ezequiel 20:49 y por la denuncia de nuestro Señor mismo, Lucas 8:9 y así lo explica el gran maestro de la elocuencia griega, Demetrius Phalereus.

"La palabra se usa, dice él, como cobertura y disfraz para el discurso". Si se objetara que la imagen empleada por nuestro profeta es baja, recordemos que también fue sacerdote; que lo tomó prestado de los ritos sagrados, sin sospechar en modo alguno que lo que tuviera relación con los santos usos del templo pudiera alguna vez ser considerado vergonzoso o bajo. Ver Div. Pierna. vol. 3: y décima prelección del obispo Lowth.

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