No os engañéis: aquí el Apóstol, con gran decoro y fuerza, expone las evasiones de las que algunos harían uso para excusarse de actos de liberalidad; por lo cual, sin importar lo que pudieran imponer a otros, se engañarían enormemente a sí mismos, ya que todas las circunstancias están abiertas a un Dios que todo lo ve, y seguramente cosecharán según lo que sembraron; (una metáfora que emplea en otra parte para excitar a la liberalidad, 2 Corintios 9:6 ) el pensamiento de lo cual debe silenciar toda pretensión vana que pueda oponerse a un deber tan claro, y es más admirablemente adecuado para regular y aumentar la proporción, como así como para hacer cumplir la práctica de la misma.

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