Llevado de allí a una montaña, etc. — O para mayor seguridad de los habitantes, o con el propósito de ver más del país. Aquí Abram construyó un altar (como era habitual en las montañas); pues, siendo lugares aptos para la contemplación y, tal vez, por su altura pareciendo apuntar la mente hacia el cielo por encima de las bajas vistas terrenales, fueron elegidos por hombres piadosos en tiempos antiguos, como altares de devoción levantados por el Autor de la naturaleza; y fueron aprobados por Dios, hasta que, como los bosques sagrados, fueron profanados por los ritos impíos de una superstición bárbara.

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