Estas son las generaciones de Jacob, es decir. Estas son las cosas que le sucedieron a Jacob, las transacciones de él y su familia. Como no se dice nada aquí de la genealogía o de la procreación de hijos, es evidente que la palabra original aquí, como en algunos otros pasajes de las Escrituras, debe traducirse como historia. Generalmente se asignan dos razones, por qué Moisés es más completo en relatar las aventuras de José que de cualquier otro de los hijos de Jacob.

El primero, porque su vida es un brillante ejemplo de piedad, castidad, mansedumbre y prudencia; el otro, porque fue por medio de José que Jacob descendió a Egipto. Y así como su descenso dio ocasión a la maravillosa partida de los hijos de Israel de allí, la historia de los judíos habría sido imperfecta, y de hecho completamente ininteligible, sin un relato más extenso que el ordinario de la vida y transacciones de José allí.

Estaba con los hijos de Bilha, etc. Por eso es evidente que los hijos de Jacob alimentaron sus rebaños por separado; los hijos de Lea no estaban con los de las concubinas: esta observación puede ser útil en la conclusión del capítulo. Había tres grandes fuentes de odio y envidia hacia José, por parte de sus hermanos; el primero, derivado de su piedad y virtud superiores, de su desaprobación de la mala conducta de ellos y de haberla informado a su padre; el segundo, por el amor parcial de su padre por él; y el tercero, de sus sueños.

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