Y por eso el sueño se duplicó, etc.— Podemos observar aquí, primero, que José le informa al faraón que su sueño se duplicó, tanto para la confirmación más completa de la certeza, como para la rápida ejecución del evento predicho: segundo, y que es el más esencial, tanto aquí como en el discurso anterior, Génesis 41:25 ; Génesis 41:28. ordena al Faraón que considere a Dios como el Autor de estos eventos; porque tal fertilidad y tal hambre no procedían de meras causas naturales, sino de la Providencia de ese Ser Omnisciente, que preside y dirige los manantiales de las operaciones de la naturaleza. La causa natural de la abundancia y el hambre en Egipto se atribuye al Nilo; porque cuando ese río, en sus desbordes anuales, sube sólo doce codos, sobreviene una hambruna; a los trece, gran escasez; cuando tienen catorce, tienen un buen año; a los quince, muy bueno; y, si se eleva a dieciséis codos, tienen abundancia exuberante.

Ver Plinio, lib. 5: gorra. 9. Ahora que este río debería desbordarse tanto durante siete años juntos, como para producir una gran abundancia; y luego, durante los siguientes siete años, no desbordar sus orillas en absoluto, o tan poco, como para provocar una hambruna larga y grave, no podría atribuirse a nada más que a una extraordinaria interposición de la Providencia. Podemos agregar que tal evento, que se encuentra fuera del curso común de la naturaleza; sólo podía predecirse con ayuda sobrenatural.

REFLEXIONES.— Faraón relata, e José interpreta a su entera satisfacción. Los sueños son uno, para confirmar la certeza de su cumplimiento. Ellos predicen siete años de abundancia y siete años de hambruna que los sucederán, una hambruna tan severa que consumiría todo el producto de los años anteriores. Nota; 1. A la mayor abundancia le sucede a menudo la mayor penuria; Por tanto, la economía cuidadosa es sabia y prudente. 2.

Todas nuestras comodidades mundanas son como la abundancia de Egipto; vienen días malos, cuando ya no los tendremos placer. ¡Cuán solícitos deberíamos ser entonces para asegurarnos una porción más duradera! 3. Lo que Dios ha decretado, pronto se cumplirá; porque el tiempo es rápido, y la muerte y la eternidad cercanas, incluso a la puerta.

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