Que al menos la sombra, etc.— La eficacia de la sombra de San Pedro para curar el malestar, está tan lejos de ser natural, o probable que entre en la mente de alguien, que nada más que la fuerza de la verdad podría haberla hecho creíble; y debe haber sido la experiencia la que primero dio la idea de ello. Para los enfermos que estaban expuestos en las calles por donde pasaban los apóstoles, para que pudieran recibir de ellos una curación por sus oraciones y la imposición de manos, encontraron que la sombra de Pedro tenía el poder sagrado; y este experimento inesperado se convirtió después en un medio de su fe y expectativa.

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