Sí, no oyes: estas palabras pueden entenderse en dos sentidos; es decir, como confirmación de lo dicho en el versículo anterior, que los judíos no tenían conocimiento de estas cosas nuevas que se les revelaron antes de la revelación hecha por Isaías; o, como conteniendo una convicción de la desconsideración, incredulidad y prejuicios del Gente judía; quienes, a pesar de las profecías tan claramente cumplidas entre ellos, no las habían escuchado debidamente,ni los consideró, ni se hizo obediente a Dios; lo cual, observa, no era nada extraño, ya que este pueblo, desde el primer momento de su adopción, desde su liberación de Egipto, que fue como si fuera su nacimiento, había estado lleno de perfidia y transgresión; y esto, dice Vitringa, me parece que es el verdadero sentido del pasaje. Se pueden leer las palabras: Sí, no escuchaste, sí, no sabías; ni se abrió tu oído desde entonces.

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