Jeremias 4:2

Y las naciones bendecirán, etc.— Esta es una predicción de los tiempos del Evangelio, cuando los paganos deberían unirse a los israelitas para rendir todos los actos solemnes de adoración y devoción al Dios verdadero solamente, y atribuir todo honor y gloria a él y su único Hijo, el Mesías, en quien todas las naciones serían bendecidas. Literalmente, es: "Las naciones desearán para sí las mismas bendiciones que el Dios de Israel ha otorgado a su pueblo; no negarán su alabanza a él, que ha dado tanta paz y prosperidad a los que lo adoran". Ver Houb.