Ver. 15. Y Josué les respondió: Si sois un gran pueblo, etc. — Josué no era un hombre calculado para sacrificar su deber al capricho de la gente de su propia tribu, y abusar de la autoridad depositada con él, a fin de gratificar sus inclinaciones. Les responde que la voluntad de Dios, según lo especificado por sorteo, debía ser la regla de su conducta y debía ser de sus deseos; y que en verdad lo mismo que instaron, a saber, el hecho de que fueran tantos en número, les dio los medios para establecerse en general, derribando los densos bosques del país y expulsando a los ferezeos y los refaitas de su residencia allí; y así con su valor agrandando la porción que les había tocado, si no se contentaban con el monte de Efraín y la hermosa tierra que lo rodeaba.

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