El viento sopla, etc. Nuestro Salvador observó que no había motivo para que Nicodemo se sorprendiera si había algunas cosas en esta doctrina de la regeneración de naturaleza oscura e inescrutable; porque incluso en el mundo natural muchas cosas son así. Tanto como para decir: "Es cierto, es posible que no comprendas cómo se puede llevar a cabo este segundo nacimiento, pero esa no es una razón por la que no debas creerlo; ya que hay muchos grandes efectos en la naturaleza, que debes reconocer, aunque no puedes explicar sus causas. Por ejemplo, el viento sopla donde quiere y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene, ποθεν ερχεται, de qué depósito; o adónde va, που υπαγει, a qué lugar: " (en alusión probablemente, a Salmo 135:7 donde se dice que Diossaca el viento de sus tesoros. Ver Eclesiastés 11:5 ) Así es todo aquel que es engendrado y nacido del Espíritu. Las influencias por las que es engendrado son totalmente imperceptibles a los sentidos, pero sus efectos están lejos de serlo. Además, para las acciones y fines de la vida espiritual, el nuevo nacimiento es tan esencial como lo natural para los de la vida animal.

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