Sus hermanos, por tanto, dijeron, etc.— Por hermanos entendemos sólo a primos-alemanes, o parientes. Como no creyeron en él, lo condenaron en sus propias mentes y dijeron que actuó de manera totalmente absurda al pasar tanto tiempo en Galilea y otros rincones remotos del país, mientras fingía ser un personaje tan público como ese. del Mesías: que sería mucho más de su interés hacer discípulos en Judea y Jerusalén; y que debería obrar allí sus milagros de la manera más pública posible ante los grandes y sabios hombres de la nación, cuya decisión a su favor tendría gran influencia para inducir a otros a creer en él.

La palabra traducida abiertamente, Juan 7:4. παρρησια, tiene una variedad de sentidos: significa intrepidez o intrepidez ante el peligro; - libertad de expresión, como opuesta a moderación y reserva; --perspicuidad o sencillez de expresión, despojada de figuras o alegorías; - hablar en público, en el carácter de un orador; y por último, autoridad, que consiste en popularidad, dignidad de carácter y poder civil: quizás el último sentido sea el que pertenece a este verso.

El presente pasaje parece ser una insinuación muy odiosa y sin fundamento, como si nuestro Señor estuviera movido por visiones ostentosas; lo contrario de lo que parecía tan evidente en toda su conducta, que nada más que la envidia más mezquina podía sugerir tal acusación. Es asombroso que estas relacionesde Cristo, que debió haber tenido tantas oportunidades de ver la gloria tanto de su carácter como de los milagros, que por último ellos aquí reconocen expresamente, debe continuar en la incredulidad. Pero lamentablemente lo dejaron como primer principio, que el Mesías debe ser un príncipe temporal; y al encontrar esta marca de su misión deficiente, y ver con más fuerza de lo que otros podrían ver (que no estaban tan íntimamente familiarizados con él), su aversión a tal esquema, no cederían a otras pruebas, y son, es para ser temido, en la lista fatal de aquellos que perecieron, como lo hacen miles ahora, al oponer hipótesis a hechos a través de visiones mundanas y carnales de las cosas.

Sin embargo, esta circunstancia sirve para ilustrar el carácter de nuestro Salvador; porque si sus parientes hubieran sido unánimes al reconocer sus derechos, podría haber sido objetado por infidelidad, que la pretensión que hizo Jesús sobre el carácter del Mesías fue una impostura llevada a cabo por él y su familia para engañar a la humanidad; pero cuando descubrimos que no debió su éxito a su concurrencia, sino que fueron más bien obstáculos en su camino, toda sospecha de colusión desaparece y la divinidad de su misión resplandece con un brillo redoblado.

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