Para ejecutar juicio, etc.— Dios vendrá a ejecutar juicio sobre todos los hombres, pero no castigará a nadie sino a los impíos; y entonces toda boca será tapada, no con fuerza, sino con evidencia y convicción. Enoc profetizó que Dios vendría y, con un diluvio, castigaría a esa raza impía entre la que vivía, así como castigaría a los impenitentes con destrucción eterna. Por una paridad de razón, San Judas insinúa, que los malvados de él y de todas las épocas también pueden esperar recibir la debida recompensa por sus actos. Esta profecía de Enoc es un testimonio notable de un estado futuro, dado antes de la oeconomía mosaica.

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