Aod escapó mientras ellos se demoraban. Se ha preguntado cómo puede justificarse esta acción de Aod. Ciertamente se encuentra entre el número de los que no pueden imitarse sin aquello que le dio toda su sanción; es decir, una comisión divina. El texto dice expresamente, el Señor levantó a Aod; y es bien sabido que todas las liberaciones que los judíos tuvieron bajo los jueces fueron dirigidas y llevadas a cabo por la mano inmediata de Dios, según el pueblo por su arrepentimiento se volvió apto para recibirlas.

Una autorización divina, en tal caso, es un fundamento claro sobre el que seguir: sin embargo, no puede ser un precedente para que otros sigan adelante, que no tienen ninguna autorización divina, sino todo lo contrario. ¿Para qué se nos da la razón y el entendimiento sino para discriminar casos y circunstancias? Véase Grotius de jure Belli ac Pacis, lib. 1 tapón. 24 y la nota de Barbeyrac sobre la ley de la naturaleza y las naciones de Puffendorff, lib. 7: gorra. 8.

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