En cualquiera de todas estas cosas que hace un hombre, Houbigant lo traduce en cualquiera de estas cosas en las que los hombres suelen ofender: en las que sigue la Vulgata y otras versiones, así como la interpretación de Grocio. No era peculiar de la ley hebrea, considerar a ese hombre como un ladrón, que retuvo cualquier cosa del verdadero dueño que había encontrado. Se nos dice de los dyrbaanos, que habitaban ese tramo que se extiende desde Bactria hasta la India, y eran célebres por la justicia entre sus vecinos, que en caso de que encontraran oro o plata, ropa o cualquier otra cosa en el camino, lo harían de ninguna manera lo toques.

Los habitantes de Biblos, en el barrio de Judea, tenían la misma ley. Con el mismo propósito fue la ley de Solón, no tomes lo que no has puesto; con lo que también coincidió la decisión de los abogados romanos: y el caso fue el mismo con nuestros antepasados ​​sajones en los días de Alfred. Sin embargo, es incuestionablemente lícito utilizar como propio lo que hemos encontrado, después de que se hayan realizado todas las averiguaciones necesarias para descubrir al propietario.

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